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domingo, 20 de abril de 2014

El Arte Hermético de la Regeneración


Por: Frater L.A.M.


Por estos días el mundo Judeo-Cristiano celebra la Pascua.  Para los judías se conmemora la salida de la esclavitud en Egipto; mientras que para los cristianos se celebra la pasión, muerte y resurrección de Jesús, que tuvo lugar, según los evangelistas canónicos, durante la Pascua Judía.  ¿Pero que significación tiene esto para el Hermetista? Aproximarnos a una posible respuesta es precisamente el propósito de esta reflexión.


EL CAUTIVERIO


Cautivos estamos todos en una tierra extraña, “Egipto”, que hace alusión al reino material, a este mundo de manifestación donde los sentidos son bombardeados y excitados con una pléyade de estímulos que nos arrojan a aferrarnos a una efímera gratificación y auto-gratificación que nos impide vislumbrar las maravillas y felicidad plena y duradera que yace más allá de “Maya” (como se le designa en oriente) o mundo de ilusión.

Subyugados por el Faraón, nuestro “EGO”, ese falso yo que se reconoce e identifica con la ilusoria temporalidad y la auto-indulgencia a ella asociada.  Ese monarca implacable responsable de nuestro egoísmo, rabia, temor, ansiedad, impaciencia, celos, baja autoestima, y un sinfín de condiciones negativas, nos ata e intenta compensar el peso de sus cadenas con placeres efímeros, haciéndonos sucumbir ante la inmensidad del “Mar Rojo” no permitiéndonos vislumbrar la tierra de leche y miel que se nos ha prometido.

Es entendernos como cuerpos con alma, y no como almas con cuerpo.  Es no descubrir nuestra verdadera naturaleza dormida en nuestro interior, nuestra chispa divina, nuestro CRIXTOS interior, el único cuya venida podrá establecer permanentemente una era mesiánica de paz y dicha para la huminadad, es no reconocernos como el nuevo Adam-Eva, como la nueva humanidad que debe instaurar la soberanía de Dios Padre-Madre en este mundo, en Malkuth.

Nuestro cautiverio no es más que la caída a la que se refieren los Kabalístas, no es otra cosa que nuestro descenso, por demás voluntario, en este mundo material y el olvido imperdonable de nuestra verdadera naturaleza y esplendor.  Recordemos, a estos efectos lo que cuenta el POIMANDRES (Corpus Hermeticum):

“En cuanto a él [el Hombre], viendo su propia figura en la naturaleza reflejada en el agua la amó, y quiso habitar en ella. Y al punto que lo quiso se realizó, y vino a habitar la forma irracional. Y la naturaleza a su vez acogiendo a su amado se entrelazó entera con él y copularon juntos, porque eran amantes.

Por eso es que, a diferencia de todos los demás seres vivos de la tierra, sólo el Hombre es doble: mortal por el cuerpo, inmortal por el Hombre esencial. Por consiguiente, a pesar de ser inmortal y poseedor de plenos poderes sobre todas las cosas, está sujeto a la muerte y sometido al Destino. Siendo superior a la estructura se volvió esclavo dentro de la estructura. Siendo andrógino, de padre andrógino, y no sometido al sueño porque viene del que nunca duerme, sin embargo es vencido...”


LA LIBERTAD=LA REGENERACIÓN


De la misma forma que moisés llevó al pueblo de Israel fuera de Egipto, Mar Yeshúa (El Maestro Jesús, el Jesús histórico), vino a revelarnos el camino que nos permitirá salir del cautiverio, de la identificación con nuestro falso “YO”, el EGO, y la comunión con nuestra verdadera esencia despertando al CRIXTOS interior que yace latente en cada uno de nosotros.

Cuándo Moisés, ante la inminente persecución del Faraón ordenó a los israelitas atravesar el Mar Rojo, este aún no se había separado.  Pero a pesar de todo, incluso de las dudas, ellos avanzaron.  Así también debemos proceder nosotros.  Debemos avanzar con certeza, no la que da la razón, tampoco la que otorga la creencia ciega, sino la certeza que es fruto del reconocimiento y conexión de lo divino en el Ser Esencial.

Sin embargo, este es solo el comienzo.  Es solo el primer paso en un sendero pedregoso, pues luego, hay que vagar por el desierto 40 años, lo que es análogo a que debemos proceder a martirizar y crucificar a nuestro falso “YO”, a ese que nos ha tenido esclavizados, a ese que no ha permitido que recobremos nuestra verdadera posición en el orden universal, a aquel que ha impedido que la Yehida se encarne en nosotros, que el CRIXTOS se manifieste como primer fundamento para la instauración de la era Mesiánica, para que podamos retornar al paraíso, o gozar de la tierra de leche y miel.


LA REGENERACIÓN



El proceso de la Regeneración del Ser Humano, si bien requiere de un esfuerzo y proceso personal e individual que se corresponde perfectamente con el trabajo que el Alquimista lleva a cabo en su Oratorio y su Laboratorio, se traduce al final, tal como se ha podido ver, en un servicio colectivo, pues aquel que ha realizado la Gran Obra, aquel que ha despertado a su CRIXTOS, el que ha logrado romper sus cadenas, se ocupa, invariablemente, de ayudar a sus congéneres para que también ellos puedan gozar de la libertad, Regenerarse, Renacer, Realizar la Gran Obra. 

3 comentarios:

  1. Excelente articulo...

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  2. me gusta esta pagina que bueno que compartas con los demas tu conocimentos auque quieran secuestrar la gnosis siempre estara en cada uno de nosotros en buscarla y encontrarla que deja de ser oculto cuando la conoces

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  3. Muchas gracias por sus comentarios. Me motivan a seguir escribiendo, y compartiendo lo poco que puedo.

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